Cuando empecé a pensar que tenía que recorrer Escocia tras una primera experiencia en autobús por las Tierras Altas, hubo gente que me dijo que lo ideal era contratar un minibus con varias personas y que nos organizaran el viaje. Tras contemplar en un tiempo muy reducido esos paisajes de montañas, lagos… sabía que quería dedicarle todo el tiempo del mundo, lo necesitaba, y ahí empezó a fraguarse una de las mejores ideas que he tenido a la hora de viajar, organizarme un viaje en carretera, empezaban los roadtrips.
Soy la primera en decir, que no me gusta conducir, me estresa mucho pensar en coger el coche e ir a la ciudad, con tanto tráfico. Pero hay lugares que invitan descaradamente a recorrer su país en coche, rincones que de otra manera sería imposible llegar, un buen gps/mapa y una buena organización.
Porque si, a pesar de que los roadtrips brindan el hecho de improvisar sobre la marcha, sigo teniendo esa manía de tener cierto control en los viajes.
En el caso de Escocia, ya hablé sobre la experiencia de alquilar el coche y el comparar entre compañías. Hoy por hoy, solo puedo seguir recomendando Europcar, las veces que he tenido que reservar coche, lo he hecho con ellos, y ningún problema, todo lo contrario, todo ventajas.
El siguiente punto a tener en cuenta es el itinerario, puesto que otra de las cosas que me preocupa es que en un lugar como Escocia, donde podemos pasar kilómetros sin ver ni una casa, llega el problema de no encontrar estaciones de servicio cuando más lo necesitas. No suelo conducir grandes distancias habitualmente, así que no estoy acostumbrada a medir lo que consume el coche. Viendo lo que cada jornada íbamos a recorrer, buscamos y marcamos en nuestro mapa las gasolineras que pudiéramos encontrar de paso. Cada coche tiene unas características de combustible, pero optamos por emplear el que contuviera aceite castrol, mejor ser responsables con el medio ambiente.
Os puedo asegurar, que menos mal que había planeado esto con anterioridad, porque tuve bastantes problemas a la hora de devolver el coche el último día. Muchos sabréis que una de las condiciones a la hora de devolver el automóvil, es que lleve el depósito prácticamente lleno. Pues no supe encontrar por mi misma ninguna estación de servicio de camino al aeropuerto, y cuando creía que me iba a volver loca y llegar con el coche medio lleno solo, en una rotonda a las afueras del aeropuerto de Edimburgo estaba una estación de servicio BP, la única que no me había marcado en mi súper mapa… si cuando digo que no me gusta tanto improvisar…
Hay muchísimas ventajas a la hora de realizar un roadtrip, y a pesar de mi estrés habitual, en Escocia me sentí tan relajada, tan agusto, y eso que sí, se conduce por la izquierda, pero tras dos horas lo veía tan normal, que al regresar a casa tenía que pensar bien si estaba conduciendo en el lado correcto.
Nunca me cansaré de recomendar este tipo de viajes, que sí, los minibuses organizados deben ser la opción más cómoda para muchos, pero yo no cambio el perderme con mi coche y acabar en el jardín trasero de una familia escocesa que seguirán contando esa anécdota en la comida de los domingos.