Uno de mis lugares favoritos en Londres para pasear, es sin duda Leicester Square. En esa plaza se encuentran varios de los mejores cines del país, justo donde se celebran las grandes presentaciones de cine. Pero también podemos encontrar varios de los casinos más representativos de la ciudad, si, estoy hablando del Casino Napoleón y el Hippodrome.
Tengo que reconocer que no soy jugadora, no suelo ir nunca al casino y tampoco apuesto. Pero mi curiosidad a veces me lleva a explorar, y eso es lo que me llevó a querer saber como eran estos locales por dentro.
Decir que de los dos, el Hippodrome es el más espectacular visto de fuera. Ya cuando sales del metro en Leicester Square, te encuentras con este edificio histórico en una de las zonas más increíbles de la ciudad. Inicialmente fue construido para ser un teatro, pero en 2009 empezó a reformarse para convertirlo en el casino que es hoy en día. Cuenta con tres plantas, la zona central que se encuentra en la planta baja está presidida por una enorme lámpara de araña preciosa. El color que predomina allí es el morado y lo podemos ver tanto en las mesas, las alfombras e incluso en los uniformes de los trabajadores. El ambiente la verdad que me sorprendió, nada sobrio. Y a decir verdad estaba abarrotado de gente bastante joven, más de la que esperaba, entre 30-40 años.
Eso sí, se nota que tanto el Hippodrome como el Napoleón se encuentran cerca de Chinatown ya que la mayoría de la clientela eran asiáticos y muchos de los juegos están orientados a ellos.
Como he dicho, no soy jugadora, por lo que solo quise observar como la gente jugaba, supongo que recomendaría que antes de visitar un casino como estos y querer vivir toda la experiencia, gracias a la tecnología ahora podemos practicar nuestras estrategias en juegos de casino online y así ir ya con algo de conocimiento.
El Napoleón se encuentra muy próximo al Hippodrome, su ubicación está más cerca de la plaza central de la zona, y puerta con puerta a otro casino muy famoso, el Empire, pero a ese no entramos.
A diferencia del Hippodrome, el Napoleón tenía una media de edad mayor, y el código de vestimenta era algo más estricto. El anterior se notaba la afluencia de turistas, y en este se recomendaba un atuendo mucho más formal caracterizando un ambiente mucho más exclusivo y elegante. Y, por si fuera poco, al entrar compruebas que el local se encuentra debajo del suelo.
Ambos casinos tienen acceso gratuito, así que, si sois como yo y sentís curiosidad, creo que es una buena experiencia el poder ver por dentro estos locales tan famosos. Sin duda, por la decoración y el edificio me quedo con el Hippodrome, y no puedo prometer que en un futuro no me anime a jugar a algo, aunque primero tendré que aprender a jugar en condiciones.
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