Parece que haga siglos que no subo artículo, pero al fin estoy de vuelta. Hoy vengo con un paseo que hice hace poco, uno de esos domingueros que apetecen tanto cuando hace buen tiempo, y ese justamente fue el que hice el tercer y último día que estuve en Bilbao. Recorrer el paseo marítimo que abarca Puerto Viejo hasta el barrio de Portugalete.

Normalmente, el recorrido que se recomienda es hacerlo al revés del que lo hicimos nosotras. Llegar en metro hasta Portugalete desde el centro de Bilbao y acabar en Puerto Viejo donde tomar el piscolabis. Pero como somos de llevar la contraria, lo hicimos al revés.
Aprovechando el buen tiempo que hacía esos días, decidimos el domingo levantarnos pronto en el hotel, desayunar cerca de la parada de metro de Casco Viejo, y coger el metro dirección Plentza, la Línea 1, y bajarnos en Algorta, donde se encuentra Puerto Viejo en Getxo.
Dejando atrás la parada de metro, nos adentramos por las calles de esta zona en busca de las casitas tradicionales, que enseguida se diferencia por estar en calles llenas de escaleras y muy estrechas. Nos encantó lo pintoresco de la zona, el poder callejear y fijarnos en los detalles que adornaban las fachadas típicas de la zona de pesca. Muchas de estas casitas se han convertido hoy en día en restaurantes populares.
Bajando al paseo de la playa decidimos marcarnos una ruta típica de deporte matutino pegándonos el paseo de cerca de una hora. Recorrimos el Puerto Deportivo, la playa de Ereaga y la de Arena. A lo largo de este paseo marítimo, además del faro y las agradables vistas, podemos disfrutar de las numerosas casas señoriales y palacetes de principios del siglo XX, algunos remodelados y ahora convertidos en hoteles.

El propio paseo nos llevó hasta nuestro próximo destino, el Puente Colgante de Portugalete. Este es el primer puente colgante con transbordador del mundo y fue construido en el siglo XIX. Es uno de los pocos que sigue operativo y su función principal es unir los dos márgenes de la ría del Nervión.
Hay dos maneras de atravesarlo. Por un lado tenemos el transbordador que lleva tanto a peatones como a coches, y por otro se puede atravesar a pie por la pasarela superior del puente.

La tarifa por subir en el transbordador es de 0,40€, eso si es a pie, si queremos además subir el coche, se le sumara la tarifa de 1,55€. Hay diferentes tarifas también para otro tipo de vehículos. Por otro lado, si se quiere atravesar el puente por la pasarela, esta tiene una tarifa de 8€. Para subir a la pasarela hay un ascensor para llegar hasta ella, al igual que para bajar en el otro lado del puente.
Una vez llegado al otro lado, nos encontrábamos en el Muelle de Hierro, por esta zona sería donde nos pararemos a tomar un piscolabis bien merecido después de la caminata dominguera. Elegimos el bar Café Siglo XX, muy cerca de la ría y donde nos tomamos dos Chacolí y un par de pintxos. Esto si es gloria.
De ahí ya subimos las calles hacia la parada de metro Portugalete para que nos devolviera al centro de Bilbao, deseando haber tenido más tiempo para recorrer esta zona que tanto nos enamoró.