He perdido la cuenta de las veces que he visitado Londres. Es mi segundo hogar, mi ciudad favorita, me paseo allí casi mejor que en mi propia ciudad. Me siento cómoda, y una de las razones es porque no tengo problemas en comunicarme y entender el inglés. Pero no siempre fue así.
Como he contado muchas veces, mi primera toma de contacto con la capital inglesa, fue gracias a Harry Potter. Fueron las ganas de visitar donde pasaba todo, que al final, fue conocer Londres y ser amigas para toda la vida. Al principio el tema del inglés, no estaba tan claro, me daba muchísima vergüenza hablarlo, y no vamos a engañarnos, el acento británico es muy difícil al principio si no tienes soltura con el idioma.
Las ganas de leerme la continuación de la saga de Harry Potter y no poder esperar a la edición española, me obligaron a leer en inglés, y poco a poco, sin darme cuenta, iba perfeccionándolo por mi cuenta.
Volvía una y otra vez a Londres, visitaba más ciudades inglesas, y me daba cuenta sin querer que iba hablando poco a poco con la gente. Pero no era suficiente, ya no estaba en el instituto, y en la universidad me obligué a coger asignaturas en inglés para seguir cogiendo más soltura.
Finalmente me decidí a aprender bien inglés en mi querida Londres, y fue así como acabé viviendo la aventura en solitario en la ciudad y no había más remedio que hablar inglés por los codos.
Ya no era un problema, podía vivir uno de mis países favoritos como es Gran Bretaña en toda su esencia, sin problemas para entenderme, entenderles e ir como me gusta, de forma independiente.
Creo que si te enamoras de un país que no es el tuyo, el siguiente paso es aprender su idioma, como ya digo, este amor nació cuando ya había pasado las oportunidades de clases o academias en la época adolescente, y entre las maneras de aprender y perfeccionarlo es, o asistiendo a más clases en una academia, que a la larga puede ser caro, o si no tienes mucho tiempo, puedes, por ejemplo, hacerlo desde casa con la ayuda de un ordenador y una plataforma online como Learntalk, la cual ofrece clases de inglés individuales o grupales con profesores nativos, y que es mucho más barato que una academia, y viene perfecto por si hay que compaginarlo con el trabajo ya que puedes elegir tu propio horario.
Pero me gusta recordar, que fue gracias a Harry Potter, que hoy no tengo problemas en pedir indicaciones en un pueblo perdido de Escocia cuando el GPS pierde la señal de cobertura.
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